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Oración a San Alejo | Poderosas y Efectivas

San Alejo es de esos personajes de la historia religiosa que ha tenido una vida cargada de eventos que marcaron su existencia terrenal. Este Santo es el patrono de los más desposeídos, los enfermos y los médicos, pues es capaz de ayudar en su mejoría puesto que él también vivió en carne propia los diferentes abusos y desavenencias que ellos pueden experimentar.

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Oraciones Efectivas a San Alejo

San Alejo tiene en su haber una serie de oraciones que abarcan una gran cantidad de peticiones. Ellas están relacionadas con lo que pudo haber vivido este santo durante su juventud cuando decidió vivir en las calles como un indigente más, viviendo de la limosna y de su entrega a Dios. Algunas de sus oraciones más efectivas son:

Oración de San Alejo para la protección y alejar enemigos

Cuando se quiere mantener alejados a los enemigos y estar protegidos del mal, se recomienda recitar esta oración con mucha fe y devoción. Alejo sintió lo que es estar desvalido y necesitar protección de quienes quieren hacerte mal, por lo que esta petición siempre es escuchada y satisfecha, solo hay que hacerla desde el corazón y con la mente llena de paz y amor.


Oración a San Alejo para separar a dos personas

Hay momentos en la vida en la que vemos que hay personas que juntan con otras y no tienen una buena relación (no solo se habla de amor, entra la amistad, los negocios, hasta la familia) y amerita que haya una separación. Hay que verlo como un acto de egoísmo, sino más bien de lealtad para con la otra persona.

Oración a San Alejo para alejar a terceras personas

En la vida siempre nos conseguimos con personas que tienen amigos que no “nos cuadran” del todo, que tienen algo por el cual la repelemos. Por lo general es señal de que estas terceras personas no tienen buenas intenciones o están inmersas en situaciones poco fiables o que generan negatividad. Por lo cual es necesario mantenerlas alejadas de nuestro entorno, por lo cual recomendamos recitar esta oración con fe y mucha buena vibra en nuestra alma.

Oración a San Alejo para el amor

San Alejo repartió el más puro amor hacia todos los que lo rodeaban, sin importar si lo recibía a cambio o no. El amor es el sentimiento más puro y noble que puede dar y recibir una persona, es la herramienta más poderosa contra el mal, pero sobre todo el mejor estímulo para mejorar. Es por ello que, si queremos encontrar el amor o recibir amor, le recomendamos recitar la siguiente oración.

¿Para qué sirven la Oración a San Alejo?

Las oraciones de San alejo nos sirve para alejar malos vecinos y poder tener una convivencia en paz, vivir en armonía y respirar tranquilidad. Además, nos ayudan a alejar magias, enemigos, envidias, traiciones o las malas lenguas de nosotros y/o de nuestra familia.

También son efectivas cuando queremos para ahuyentar o para separar amantes del esposo, para que se aparten de nuestros esposos y nos dejen vivir plenamente como familia. Así mismo, sirve para deshacernos de las malas amistades para hacer que nuestro círculo de amigos sea positivo y pleno. De igual manera, nos permite cambiar a esos vecinos molestos y que nos perturban con sus actos egoístas e intrigantes.

¿Quién es san alejo?

Se dice que San Alejo nació en el seno de una familia pudiente, la cual le pudo brindar excelentes herramientas para la vida desde el punto de vista material y espiritual. Le enseñaron la importancia de ayudar al prójimo, de ayudar al desvalido, pero desde el corazón. Pues todas las buenas acciones son recompensadas por el cielo, se retribuirán en bendiciones para sí mismo y los suyos.

Gracias a esas enseñanzas tomo la decisión más controversial de su vida, renunció a su matrimonio, a sus riquezas y huyó. Se entregó en cuerpo y alma al reino de Dios. Aunque era joven, supo resguardar sus creencias y convicciones de lo mundano, llegando inclusive a desarrollar su apostolado.

Con tan solo 20 años, se trasladó a Siria entregado por completo a su devoción, les entregó a todos los que le rodeaban las más bellas enseñanzas sobre humildad y pobreza. Razón por la cual fue llamado el «hombre de Dios». Curiosamente su padre invirtió grandes sumas de dinero para encontralo, pero nunca lo halló.

San Alejo supo ser feliz mientras convivía plenamente con los estratos sociales más bajos. Vivía como un mendigo más, recibía limosnas y luego las repartía entre los menos favorecidos, pero lo mejor era que se sentía feliz de estar en tierra santa.

Con los años regresó a Roma como un mendigo más, de hecho, al retornar a su casa sus padres no lo reconocieron y él decidió solicitar empleo para poder vivir. Tuvo trabajos deplorables y humillantes, dormía en el peor sitio de la casa (a los pies de una escalera). Con este acto de penuria buscaba obtener la redención para los pecadores.

En ese lugar donde lo vieron nacer, pudo ser un ejemplo de paciencia, humildad y pobreza. Realizó una serie de ayunos y tuvo que soportar malos tratos de los otros trabajadores de la casa, pero lo más curioso es que nunca fue reconocido por su familia directa.

En su lecho de muerte, la familia lo reconoció finalmente, pero no fue por cuenta propia, sino porque Alejo tenía entre sus manos una carta dónde explicaba quién era y por qué había hecho tal cosa. Finalmente disfrutó nuevamente del abrazo de su familia y pudo tener una muerte digna y en paz.