El significado de la carta de Fluir en el tarot Osho Zen se centra en una figura que se encuentra completamente relajada y a sus anchas en el agua, dejando que sea ella la que decida hacia dónde desea llevarlo. Esta persona ha conseguido el arte de ser pasivo y receptivo sin que esto signifique ser lento, estar apagado o actuar adormecido.
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Sencillamente se trata de alguien que está abierto a las corrientes de la vida, sin poseer en ningún momento un pensamiento que diga que no le gusta algo, o que lo prefiere de otra manera. En cada momento de la vida tenemos la elección de entrar en las aguas de la vida y flotar, o podemos intentar nadar contra la corriente.
Cuando esta carta aparece en una lectura, nos está indicando que tienes la capacidad de flotar mientras confías en que la vida te apoyará en tu relajación, llevándote exactamente al lugar donde ella quiere que vayas. Debes permitir que este sentimiento de confianza y relajamiento crezca cada vez más, porque todo está sucediendo exactamente como debería.
¿Quién no querría alineación y sinergia con el flujo de la vida? De repente, la vida parece ser tan fácil y no tan difícil. Las puertas se abren automáticamente para ti y simplemente entras. Es como cortar mantequilla con un cuchillo fino y caliente. Sin resistencia. Sin embargo, cuando nos resistimos a donde nos lleva la vida, creamos estrés y angustia y las cosas parecen frustrarnos a cada paso. De repente, sientes que te golpeas la cabeza contra una pared de ladrillos una y otra vez. El hecho es que realmente lo eres. La vida ha levantado esa pared de ladrillos por una razón. Se supone que no debes ir, estar allí o involucrarte.
El caso es que, cuando forzamos algo, ejercemos una gran cantidad de energía y todos nuestros esfuerzos se destinan a canalizar contra la corriente. Incluso si ganamos por pura fuerza de determinación, lo que a menudo encontramos al final es la decepción por el camino que nos impusimos. Esto se debe a que ese camino nunca fue realmente adecuado para ti.
Ir en contra de la corriente es como ir en contra de uno mismo. Funciona en contra de lo que realmente desea. Cuando, en cambio, buscamos encontrar el flujo y luego converger con él, la vida se abre. Cuando buscamos oportunidades para permitir que nuestros colegas nos inviten a un proyecto, o permitir que nuestro gerente discuta nuestras aspiraciones profesionales, obtenemos resultados mucho mejores. Descubrimos que se abren mejores oportunidades y nos embarcamos en proyectos en los que no habíamos pensado que en realidad encajaban mejor. Observe el enfoque en la palabra permitir. Cuando fluimos, damos permiso para dejar que las cosas sucedan y se desarrollen de forma natural, como deben ser. Y obtenemos resultados mucho mejores de esta manera.
Las enseñanzas de Osho sobre la carta de Fluir
Cuando Osho te dice que seas agua, está queriendo decir que tienes que ser fluido, sin quedarte estancado, moviéndote justo como lo hace el agua. El camino del Tao es el camino del arroyo, y este se mueve como el agua. El movimiento del agua o de un río es un movimiento que cuenta con muchas cosas hermosas.
Uno siempre se desplaza hacia las profundidades, buscando el nivel inferior. No es ambicioso, sin aspirar ser el primero, pero sin querer tampoco ser el último.
Si nos enfocamos en el cristianismo, Jesús dice que en el Reino de los cielos los últimos serán los primeros, lo cual coincide con el camino acuático. Incluso si no lo menciona, está hablando precisamente de él.
No seas ambicioso, sé el último. La ambición no quiere decir que tienes que ir cuesta arriba, porque el agua va hacia abajo, siempre buscando el terreno más bajo, queriendo ser una “no entidad”, sin declararse única, excepción o extraordinaria. El camino del agua no tiene idea del ego.