El significado de la carta de Posibilidades en el tarot Osho Zen se nos muestra a través del águila, que cuenta con una visión de conjunto de todas las posibilidades existentes en el paisaje a medida que vuelta libre y naturalmente, sin esfuerzo alguno, en la inmensidad del firmamento. Se encuentra realmente en sus propios dominios, siendo muy grande y autosuficiente.
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Esta carta nos indica que estamos en un punto en el cual hay un mundo de posibilidades que se abre para ti. Como te encuentras relajado y cómodo, puedes llegar a reconocer las posibilidades en el momento en el cual se presentan. En ocasiones, incluso puede que lo hagas antes que otras personas sean capaces de verlas.
Como te encuentras en armonía con tu propia naturaleza, eres capaz de comprender que la existencia te provee de exactamente lo que necesitas, así que disfruta el vuelo y asegúrate de celebrar con todas las diversas maravillas del paisaje que se presenta frente a tus ojos.
Las enseñanzas de Osho sobre la carta de Posibilidades
La mente es capaz de aceptar cualquier límite proveniente de cualquier fuente, pero en realidad debemos saber que la existencia, por naturaleza propia, no puede contar con ningún tipo de límite, porque no más allá del límite no hay sino nuevamente otro firmamento. Es por esa razón que debes saber que hay cielos y más cielos que se encuentran a tu disposición para que vueles.
Siempre debes aspirar a más, porque hay más cosas al alcance de tu mano de las que puedes llegar a imaginar inicialmente. No debes quedarte satisfecho con facilidad, porque las personas que lo hacen se quedan pequeños. Son seres con gozos pequeños, éxtasis pequeños, silencios pequeños. Y no hay necesidad para esto, porque esa pequeñez es tu propia imposición sobre tu libertad y sobre tus posibilidades y potencial ilimitados.
Las personas ambiciosas se hacen cargo de su destino y no esperan que los demás se dobleguen ante sus necesidades. Tienen fuerza de voluntad y determinación. Saben adónde van y qué deben hacer para llegar allí. Son capaces de cambiar y estar a la altura de sus sueños, siempre atentos a las oportunidades que existen para aquellos que están dispuestos a verlos y aprovecharlos.
La ambición es un motor importante para el crecimiento y desarrollo personal. Nadie puede triunfar sin una buena dosis de ambición. Aquellos que desean ser más, saber más, hacer más, dar más o tener más, tienen un propósito y un impulso interno poderoso que los lleva a soñar en grande y llegar más lejos. La ambición los impulsa a avanzar y lograr sus objetivos. Bien orientada y apoyada en valores, la ambición refleja una autoestima sana y un mayor poder de abstracción y visualización del futuro. Las personas ambiciosas tienen un brillo en sus ojos cuando se acercan a sus metas. Vibran a un nivel superior y tienen un entusiasmo contagioso por lograr cosas. Inspiran y motivan a otros.
Cabe señalar que ser ambicioso no implica falta de valores ni de ética. Ni falta de control ni ser manipulador, como muchos en la civilización occidental piensan a menudo. Aquí, no valoramos la ambición. Le tememos y desconfiamos de él (casi tanto como el éxito de otros). Somos muy rápidos en confundirlo con una ambición desenfrenada. Es como si toda persona ambiciosa fuera intrínsecamente capaz y estuviera dispuesta a dañar a los demás. Por supuesto, hay muchos por ahí con una ambición desenfrenada, estereotipados como el malo de la historia, capaces de hacer cualquier cosa y atropellar a cualquiera para conseguir lo que quieran. Pero esto no descalifica automáticamente a aquellos con un nivel saludable y positivo de ambición para tener éxito y hacer el bien al mismo tiempo.