El significado de la carta de Represión en el tarot Osho Zen nos muestra una figura que se encuentra anudada. Su luz sigue brillando interiormente, pero ha acabado por reprimir su propia vitalidad al intentar responder a las muchas demandas y expectativas. Ha acabado entregando todo su propio poder y visión a cambio de ser aceptada por las mismas fuerzas que la aprisionan.
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El peligro de reprimir las energías naturales de uno mismo de esta manera yace en las fallas de la erupción de carácter volcánico que se encuentra a punto de producirse alrededor de la imagen. El mensaje real de esta carta consiste en poder encontrar una salida curativa para esta explosión potencial.
Resulta esencial encontrar en este momento una manera de liberar las tensiones y el estrés que pueda haberse acumulado dentro de ti. Golpea una almohada, sata y sal del descampado y grita a cielo abierto. Debes hacer cualquier tipo de cosa para agitar tu energía y permitirla en total libertad. No debes esperar a que se produzca una verdadera catástrofe.
Las enseñanzas de Osho sobre la carta de Represión
En sánscrito se le llama “alaya vigyan” a la casa en cuyo sótano vas tirando aquellas cosas que deseas hacer, pero no puedes a causa de los condicionamientos sociales, a la cultura y a la civilización. Todavía se acumulan en ese lugar y afectan tus acciones y tu vida, incluso si se trata de algo de manera muy indirecta, porque no tienen la capacidad de afrontarte directamente.
Las has empujado a la oscuridad, pero desde ese lugar continúan afectando tu conducta, y es peligroso que mantengas dichas inhibiciones dentro de ti.
Es posible que todas estas cosas sean las mismas que llegan a un clímax en el momento en el que una persona enloquece. La locura es precisamente todas esas represiones que han llegado a un punto en el que se te hace imposible controlarlas. No obstante, se acepta la locura, pero no la meditación, y la meditación es la única manera que tenemos de volvernos completamente cuerdos.
Reprimimos los sentimientos hasta el punto en que no somos conscientes de ellos. En estos casos, proyectamos la emoción hacia otras personas, grupos, instituciones o ideas.
Exploramos esto en nuestra discusión sobre la sombra personal. Reprimir las emociones conduce a un comportamiento pasivo-agresivo. Socava nuestras relaciones.
Y según numerosos médicos, las emociones reprimidas, especialmente la rabia, es la causa de la mayoría de los dolores crónicos y otras enfermedades mentales.
Intentamos dominar y escapar de la emoción negativa. Aquí, somos conscientes de la emoción negativa en algún nivel, pero ponemos la mayor parte de nuestra atención en otra cosa.
La represión a veces es necesaria cuando estamos en el trabajo o cuando alguien necesita nuestra ayuda. Pero muchos de nosotros usamos a menudo la supresión cuando no hay una demanda inmediata de nuestra atención.
Gran parte de nuestros comportamientos compulsivos, problemas de control de impulsos, malos hábitos y búsquedas del placer sin objetivo son el resultado de nuestro impulso por reprimir los sentimientos negativos.
Cuando estamos enojados, algunos se lo decimos al mundo. Cuando estamos tristes, podemos compartir nuestro sufrimiento con los demás. Expresar emociones, cuando se hace con madurez, puede proporcionar un alivio temporal moderado. Pero más a menudo, estas emociones se expresan sin autocontrol. Expresar rabia, por ejemplo, a menudo afecta negativamente nuestras relaciones y tiende a alimentar la emoción en lugar de resolverla.
El mayor desafío para resolver las emociones reprimidas es, bueno, están reprimidas. Podríamos sospechar intelectualmente que están ahí, pero no los sentimos. Entonces, el primer paso es aumentar nuestra conciencia de lo que estamos sintiendo.
Cuanto más rápido nos movemos por la vida, menos sentimos. A medida que disminuimos la velocidad y nos detenemos ocasionalmente, podemos «detenernos y ver» lo que está sucediendo. Cuanto más puedas enraizarte en tu Centro, más fácil y fácilmente reprimidas saldrán a la superficie las emociones. Y con estas emociones, a menudo verá imágenes y recuerdos (tal vez de la infancia) en los que originalmente experimentó estas emociones.